Schlumberger New Energy, Chevron Corporation, Microsoft y Clean Energy Systems anunciaron recientemente planes para desarrollar un proyecto de bioenergía con captura y secuestro de carbono (BECCS) diseñado para producir energía con carbono negativo en Mendota, California.

La planta BECCS convertirá la biomasa residual agrícola, como los almendros, en un gas de síntesis renovable que se mezclará con oxígeno en una cámara de combustión para generar electricidad. Se espera que más del 99% del carbono del proceso BECCS sea capturado para almacenamiento permanente mediante la inyección de dióxido de carbono (CO2) bajo tierra en formaciones geológicas profundas cercanas.

Al usar combustible de biomasa que consume CO2 durante su vida útil para producir energía y luego almacenar de manera segura y permanente el CO2 producido, el proceso está diseñado para generar emisiones de carbono negativas netas, eliminando efectivamente los gases de efecto invernadero de la atmósfera. Se espera que la planta, cuando esté terminada, elimine alrededor de 300.000 toneladas de CO2 al año.

Las compañías dicen que la instalación completa ayudará a mejorar la calidad del aire en el Valle Central mediante el uso de aproximadamente 200,000 toneladas de desechos agrícolas al año, en línea con el plan reciente de la Junta de Control de Recursos del Aire de California para comenzar a eliminar gradualmente casi todas las quemas agrícolas en el Valle para 2025.

La tecnología de bioenergía está diseñada para operar sin emisiones rutinarias de óxido nitroso, monóxido de carbono y partículas de combustión producidas por plantas de biomasa convencionales.

Las empresas involucradas esperan comenzar la ingeniería y el diseño de front-end de inmediato, lo que llevará a una decisión de inversión final en 2022, y luego evaluarán otras oportunidades para escalar esta solución de captura y secuestro de carbono.

Fuente: Environment + Energy Leader

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