julio 26, 2021

Sistema globalmente armonizado ¿Realmente global y armonizado?

El 9 de octubre de 2015 entraba en vigor la NOM-018-STPS-2015 que planteaba nuevos retos para las empresas y para los responsables Ambientales, de Seguridad y Salud Ocupacional (EHS), ya que implicaba un cambio total en la forma en que identificábamos y comunicábamos los riesgos por sustancias químicas.

Después de casi 20 años (NOM-114-STPS-1994 y NOM-018-STPS-2000) de manejar el famoso rombo de seguridad, México se sumaba al esfuerzo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y adoptaba de manera oficial (si bien ya existía la NMX-R-019-SCFI-2011, su carácter de cumplimiento era no obligatorio) el Sistema de Globalmente Armonizado (GHS en inglés por el acrónimo de Globally Harmonized System) en su quinta edición como nuevo modelo de comunicación de peligros y riesgos de las sustancias químicas lo que implicaba un cambio total  en la forma de etiquetar los productos químicos a través de un nuevo ente llamado pictograma.

Los fabricantes nacionales, empresas y especialistas EHS tuvieron tres años para dar cumplimiento a las nuevas obligaciones del nuevo marco regulatorio obteniendo al final de este periodo de gracia un resultado favorable.

Lunes por la mañana, el departamento de compras llama al encargado EHS; se ha importado un producto químico de Estados Unidos donde se encuentra la única empresa fabricante de este material; el material no cuenta con las etiquetas conforme al GHS y el fabricante se niega a etiquetar el producto alegando que se trata de un producto de consumo, ¿Qué debe indicar el especialista EHS en este caso?

Si bien el capítulo 10 de la NOM-018-STPS-2015 nos permite realizar la señalización de los productos químicos por área o anaquel, nos exige a su vez que al momento de llevar un envase o contener al área de proceso o sitio de trabajo esta deberá estar etiquetada de manera individual ¿realmente es costeable para una empresa generar las etiquetas en este tipo de casos?

En la actualidad la aplicación de GHS a nivel mundial es casi un hecho imparable. Aunque muchos países miembros de la ONU han incorporado el GHS a su marco legal, existen diferencias muy marcadas en los plazos de adaptación y/o entrada en vigor, en sus condiciones de aplicación que han dificultado la esencia por la cual se planteó el sistema: promover criterios uniformes para la clasificación y etiquetado de los productos químicos que servirán para definir y comunicar los peligros físicos, para la salud y para el ambiente y favorecer el comercio.

Es cierto que existen tratados comerciales entre países o regiones que buscan facilitar y regular los temas de intercambio comercial entre sus miembros, como en T-MEC que dedica su anexo 12-A al tema de sustancias químicas y reconoce en su Artículo 12.A.4: Mejora de la Compatibilidad Regulatoria, la necesidad de fortalecer su cooperación en materia de sustancias químicas y mezclas químicas y su respectiva implementación del Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS) de las Naciones Unidas; sin embargo las diferencias existentes entre las versiones adoptadas del GHS en cada país (en mejor de los casos), las condiciones o excepciones de aplicación propias de cada país o incluso, la no implementación de GHS o la inexistencia de tratados comerciales o de otro índole que favorezcan la homologación de sistemas de comunicación de sustancias químicas o la poca practicidad  que representaría para una empresa revisar la legislación o tratados existentes con el país de origen de cada sustancia química seguirán representando barreras que ponen en riesgo la seguridad y salud de los trabajadores y consumidores en general.

¿Qué nos depara el futuro? Desde la presentación del Plan de Aplicación del GHS en Johannesburgo el 4 de septiembre de 2002 en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible muchos países alrededor del mundo han dado pasos agigantados en su adopción, esto unido a la globalización del comercio que evidenció la necesidad de un sistema armonizado que unifique los criterios a nivel mundial ofrecen un futuro muy favorable y positivo.

La evolución del SGA (GHS) incorpora nuevos elementos que, a largo plazo, harán innecesarias las condiciones o excepciones de aplicación o la adopción de diferentes versiones en cada país, contribuyendo a una armonización cada vez más completa.

Referencias:

Jorge Ibarra es Ingeniero Químico por la facultad de química de la UNAM con más de 8 años de experiencia en seguridad y salud en el trabajo, protección civil y medio ambiente en la industria química, aeronáutica y consultoría, con enfoque especial en los sistemas de gestión ambiental, de seguridad y salud en el trabajo, así como legislación. Puede ser contactado en: jorgejovanni.ibarramolina@gmail.com

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